En el día de hoy se dio inicio en Roma a la XXVII Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para los Laicos sobre “Encontrar a Dios en el corazón de la ciudad”. El presidente del dicasterio, Card. Stanisław Ryłko, inició los trabajos que, después de haber recorrido el magisterio de los papas de después del Concilio, habló sobre la utopía de la ciudad del papa Francisco.

El Card. Ryłko subrayó que las “lecturas ideológicas o parciales no sirven, sino que sólo alimentan la ilusión y la desilusión. Cada crisis, también la actual, es un paso, son dolores de parto que conllevan cansancio, dificultades y sufrimiento, pero que lleva en sí el horizonte de la vida, de una renovación, que lleva la fuerza de esperanza”.

El presidente del dicasterio explicó a continuación que un “aspecto importante de la pastoral urbana es representado, según el papa Francisco, por los pobres urbanos” y recordó sus recientes palabras a la diócesis de Roma: «Se necesita una gran y diaria actitud de libertad cristiana para tener la valentía de proclamar, en nuestra ciudad, que hay que defender a los pobres, y no defenderse de los pobres, que hay que servir a los débiles y no servirse de los débiles […]. Cuando en una ciudad los pobres y los débiles son cuidados, atendidos y ayudados a promoverse en la sociedad, ellos se muestran como el tesoro de la Iglesia y de la sociedad».

Para el Card. Ryłko, en la visión de la ciudad de papa Francisco es central su teología del pueblo. “Su proyecto para la ciudad es transformar el conjunto de los ciudadanos en un pueblo. El pueblo no es una masa amorfa, como a veces pudiera parecer que son los habitantes de nuestras megalópolis urbanas, sino un conjunto orgánico de “ciudadanos responsables” – como dice el Papa – “una pluriforme armonía”. Es un sujeto colectivo capaz de generar procesos históricos propios”.

Existe, pues, una utopía de la ciudad de papa Francisco que tiene en el centro a los pobres y que considera al pueblo como un sujeto activo y dinámico.

Durante la mañana algunos consultores del dicasterio, provenientes del Medio Oriente, presentaron la situación actual de las comunidades cristianas en el Líbano, Siria y Egipto.